Durante la revisión de suspensión, se examinan los amortiguadores, los resortes, los brazos de control, los bujes, las barras estabilizadoras y otros elementos de suspensión. Se verifica su estado de desgaste, fugas, holguras o daños visibles. Un sistema de suspensión en buen estado garantiza una conducción suave, un mejor control del vehículo y una menor fatiga para los ocupantes.
Por otro lado, en la revisión de dirección se inspeccionan los componentes relacionados con el sistema de dirección, como la caja de dirección, las rótulas, las barras de dirección y los terminales de dirección. Se busca identificar cualquier desgaste, juego excesivo o problemas en los mecanismos de dirección. Un sistema de dirección en óptimas condiciones es esencial para una respuesta precisa y segura al girar el volante.
La revisión de suspensión y dirección es recomendable realizarla periódicamente o cuando se presenten síntomas de problemas, como vibraciones, ruidos o falta de estabilidad al conducir. Una detección temprana de desgastes o fallas permite realizar reparaciones o ajustes necesarios, evitando un mayor deterioro de los componentes y asegurando un rendimiento óptimo del vehículo.
